jueves, 8 de octubre de 2015

El final del camino: conclusiones acerca de la literatura neoclásica

A pesar de que he leído poca literatura neoclásica, puedo ya distinguir los propósitos que este movimiento buscaba. Sin duda la Ilustración fue un suceso vital para encontrarnos aquí y ahora en el mundo, fue el desenvolvimiento de la razón humana, la salida de las tinieblas y por supuesto el arte tenía que ser una herramienta para marcar lo que esto significaba. 

El surgimiento del ensayo fue una de las cosas que nos dejó la literatura neoclásica y es gracias a esto que yo soy capaz de estar escribiendo una opinión o mis pensamientos aquí, consciente de cual es la forma de redactar este tipo de texto. Para mí ese es el mayor legado del movimiento neoclásico, ya que el ensayo ha sido desde entonces el máximo medio de divulgación de ideas, crítica y análisis de cualquier cosa, ha sido gracias a los ensayos que han surgido corrientes de pensamiento que cambiaron paradigmas en diversas áreas, dio un giro a la filosofía, a las ciencias y a las artes y también nacieron gracias a este género otros tipos de textos expresión de ideas como los artículos, las columnas y los blogs como éste.

Es una lástima que se haya tenido que renunciar al “interior” (por así decirlo) del arte para lograr los propósitos neoclásicos de la época. Para transmitir conocimiento, en la literatura neoclásica había que ser objetivo, usar el razonamiento, pues si se usaban sentimientos, espíritu o creencias para ésto, el mensaje ya estaba contaminado, así que el arte dejó de tener alma. Los neoclasicistas renunciaron a su yo interior para que predominara la razón y la verdad, se perdió la sensibilidad humana para un propósito mayor, que era iluminar al mundo. La literatura se volvió simple, sencilla y didáctica, dejó de lado cierta belleza para que los lectores pudieran comprender de manera fácil las ideas que los escritores retrataban en sus obras. Fue una época y un movimiento de duras críticas hacia los espiritual, se buscaba hacer un cambio de consciencia en el mundo, de desligar las verdades de lo que la Iglesia decía, es por eso que se renunciaba a todo lo metafísico, del interior, era la forma que se consideraba la correcta para lograr el propósito de ilustrar a la humanidad.

Todo ésto lo encuentro como el aspecto que mancha al arte y la literatura neoclásica, pues no necesariamente se tiene que renunciar a una parte para que una tenga fortaleza, pienso que el arte debería ser el balance perfecto entre el intelecto y la creatividad, entre la razón y lo espiritual, la conexión entre el cerebro y el corazón, el pensar y el sentir.

Sebastián Roldán Monteverde

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